Mantener a la mujer en la “oscuridad”, en la ignorancia, fue durante siglos la forma de mantenerlas bajo el yugo del hombre, controladas, y lo sigue siendo en muchos países del mundo. Por eso, brindar acceso a la educación y al saber es un tema de importancia política fundamental.
En un país como Argentina, la liberación de la mujer es una realidad, aunque lamentablemente no todas la eligen, o pueden vivirla… una gran parte de la población sigue viviendo con una visión muy sexista del mundo. Por otra parte, aún falta mucho camino que recorrer en lograr la igualdad de derechos sociales, al comparar ambos géneros (masculino/femenino) por lo cual hay que seguir luchando.
La violencia de género también es un testimonio trágico de que el poder “machista” tiene raíces profundas. Lo que queremos subrayar es que a pesar de que la situación de las mujeres cambió muchísimo a partir de la segunda mitad del siglo 20, la cultura del poder machista en muchos países de cultura Occidental sigue muy firme.
¿Pero qué tiene que ver eso con el periné? Simple. ¡ Una mujer que tiene un conocimiento apropiado de su anatomía es una mujer más fuerte, poderosa, capaz de tomar decisiones! Mientras que una mujer que acepta la idea (impuesto por otros) de que es frágil, débil, que no puede aguantar el dolor, se encuentra siempre dependiente del saber y poder de terceras personas.
Si una se da cuenta de la fuerza que tiene su cuerpo (el parto natural es una de las muestras más evidentes y extraordinarias del poder de nuestro organismo), va a desarrollar una confianza mayor en sí misma. Que sea claro: ¡la fragilidad de las mujeres es un mito! ¡Somos muy fuertes!