Los ejercicios de reconocimiento, fortalecimiento y relajación física, también se pueden practicar durante la relación sexual. No se trata de forzar la relación o las reacciones del cuerpo, sino de potenciarlas. No son tanto ejercicios, sino juegos que se pueden proponer.
Durante las “preliminares”, se puede abrir y cerrar conscientemente la vulva. Para visualizar el ejercicio, proponemos imaginar una boca que tira besos en el aire, o lanza una llamada silenciosa…Esto sirve para activar la zona y fomentar el deseo y la excitación.
Para alcanzar una mayor irrigación sanguínea, se puede hacer un movimiento similar al de las olas del mar, imaginando que suben por la vagina, de manera evolutiva, hasta llegar al fondo de la misma. La idea es apretar la vagina partiendo desde el punto más bajo (inferior, cerca de la vulva) hacia el más alto (superior, cerca del útero), siempre imaginando un movimiento ascendiente.
Es sabido que durante el coito, las contracciones vaginales brindan más placer para las dos personas involucradas. Recomendamos proceder también con un recorrido detallado y detenerse unos instantes en las tres secciones de la vagina : introito, sección mediana y zona del cuello uterino. Este ejercicio le permite a la mujer sentir mejor el pene. Permite percibir su propia respuesta sexual, ante la cual se abre aún más la vagina, y dejar lugar para una penetración profunda.
Segundos antes de experimentar el orgasmo, se puede contraer voluntariamente los músculos a fin de potenciar las contracciones que van a surgir espontáneamente.
En todo caso, estas practicas le permitirán tener la atención puesta en el momento presente y en sus sensaciones : dos llaves para disfrutar de la relación sexual.