Ya lo mencionamos, levantar cargas de forma inadecuada o mantener un postura fuera de eje son causas de fragilidad del piso pélvico, y entonces un riesgo importante de patologías. Nos preguntamos entonces, ¿sería el prolapso –por ejemplo- reconocido como una enfermedad profesional? Sabemos bien que algunas mujeres cumplen con tareas muy duras en su trabajo. Si lo podemos ver como una cara del “igualitarismo”, lamentablemente nos parece que es más que todo el resultado de la precariedad económica, para no decir pobreza. ¿Pero que tal las leyes del trabajo? ¿Toman en consideración el piso pélvico femenino?
¿Que dice la ley argentina de riesgos de trabajo acerca del prolapso?
Nada. En la Ley de Riesgos de Trabajo n°24.557, Decreto 658/96 sobre el listado de Enfermedades Profesionales, las únicas enfermedades consideradas que se vinculan a la “carga física, dinámica o estática, con aumento de la presión intra-abdominal al levantar, trasladar, mover o empujar objetos pesados” son : las hernias inguinales y hernias crurales… enfermedades que sufren mayormente los hombres.
En ningún lado aparece el término “prolapso” o “incontinencia” en el Decreto. ¿Será que ninguna mujer ejerce un trabajo con carga física? ¿O que ninguna sufrió nunca un prolapso? ¡Es hora de actualizar la ley, ya que la responsabilidad de manutención no es exclusivamente masculina!
Nos parece que sería interesante conducir una investigación para ver en cuántos casos en Argentina, el prolapso o la incontinencia de esfuerzo están diagnosticados como enfermedad profesional y que se analizaran bien las condiciones actuales de trabajo de las mujeres que presentan dichas patologías (especialmente las que consultan en hospitales públicos).
En el 2006, salió un reporte en los Estados Unidos llamado “Prevalence of severe pelvic organ prolapse in relation to job description and socioeconomic status: a multicenter cross-sectional study». El resultado de este reporte era el siguiente: la frecuencia de prolapso severo está directamente vinculada con el tipo de trabajo. Las mujeres más expuestas son obreras/empleadas en fábricas, mejor dicho son las que pertenecen a un nivel socioeconómico bajo. Por tener un trabajo físicamente muy exigente –estar parada durante horas, levantar cargas, etc.-, y en un marco de falta de información y prevención, esas mujeres corren entonces un riesgo mayor de sufrir un prolapso (a lo cual, agregamos, problemas de incontinencia).
¡Otra vez, un tema muy importante es la prevención!