Como para las matemáticas, todavía son muchos los padres que prefieren dejar el tema de la educación sexual en mano de la escuela. Y para la mayoría, el rol de la escuela es fundamental porque complementa y profundiza los saberes brindados en casa. Además, la escuela permite a los niños tener un espacio “libre de padres” para experimentar e interactuar con sus pares.
Cuestión muy bien comprendida por el Gobierno argentino, que estableció la LEY 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), actualmente aplicada en todas las escuelas de la Argentina.
En la página del Ministerio de Educación, se puede encontrar la siguiente definición de Educación Sexual Integral (ESI): «Llamamos ESI al espacio sistemático de enseñanza, aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes.»
En nuestra investigación, nos propusimos enfocarnos en el material pedagógico que usan los docentes argentinos, en lo que aborda al cuerpo, la anatomía y el ejercicio y la fisiología de la sexualidad reproductiva tanto como no reproductiva.
Miramos en:
- “Los Lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral”,
- los cuadernillos específicos para cada nivel: inicial, primaria, secundaria;
- y en manuales de Biología de nivel secundaria.
Buscamos las incidencias de los términos como “relación sexual”, “práctica sexual”, “coito”, “placer”, “orgasmo”, nombres de partes anatómicas tales como: “pene”, “vulva”, “vagina”, “clítoris”.
Si bien el programa ESI reconoce la importancia de fomantar el conocimiento de los genitales desde la niñez poniendo en énfasis el uso de un vocabulario correcto (anatómico) para nombrar los órganos genitales, en cuanto a las relaciones sexuales se recurre a la frase “unión especial de los cuerpos” .
La literatura no aporta datos prácticos de cómo se unen. Habla de la reproducción desde una mirada biológica interna y hace hincapié en temas bastante angustiantes de salud sexual.
De manera general, los documentos presentan las relaciones sexuales dentro de tres contextos distintos: el embarazo y correlativamente la anticoncepción, la protección de la salud sexual y el abuso sexual.
Es impresionante la cantidad de incidencias de términos negativos vinculados a las relaciones sexuales, en comparación con los términos positivos. Por ejemplo, en el cuadernillo para el nivel Secundario la palabra “placer” aparece tres veces, mientras que encontramos escrita 58 veces la palabra ”abuso”, unas 30 veces la palabra “maltrato”, 7 veces la palabra “acoso” y 6 veces el término “explotación”. Es notable precisar que la palabra “orgasmo” no aparece en ninguno de los documentos.
Lo dicen los jóvenes (y los adultos): «nosotros lo hacemos por el placer, no lo hacemos para tener bebes». Miremos las estadísticas: el indice de fecundidad en Argentina es de aproximadamente 2,3 infantes nacidos por mujer (2014), la duración de la vida fértil de una mujer es de un promedio de 34 años, y se estima que los adultos de entre 20 y 50 años tienen sexo en promedio unas 103 veces por año.
Entonces un 0,06% de nuestras relaciones sexuales serían procreativas y 99,94% serían no-procreativas. Hay una discrepancia abismal entre estas cifras, que revela que las clases de educación sexual con su enfoque en la genitalidad, pasan de largo las dimensiones de la relación sexual que motivan el 99,9% de los encuentros.
Entonces… ¿por qué la educación sexual no dedica una parte de la enseñanza a la relación sexual no procreativa, segura, donde se hable de amor, placer y bienestar? No alentamos a que el Ministerio de Educación edite un Kamasutra escolar, sino a que considere la importancia del conocimiento científico de la misma como necesario a todo ser humano, para garantizar su bienestar. Tanto como se estudia el sistema digestivo del ser humano, proponemos que se estudie el sistema sexual del ser humano dentro de un foco científico con un abordaje a los siguientes temas, no exclusivamente:
- La anatomía sexual detallada. Para la mujer, incluyendo labios, entrada de la vulva, vagina, clítoris, punto G, cérvix. Además, una lámina o plano muscular/tendinoso y red nerviosa haciendo aparecer el vínculo entre órganos sexuales, cerebros y glándulas endocrinas (las involucradas en el sistema reproductivo y en el placer de cada género).
- La musculatura interna y cómo lograr su control de manera consciente.
- Las zonas erógenas del cuerpo y las zonas erógenas de los genitales. Las distintas partes de los genitales femeninos, incluyendo secciones de la vagina y un foco en la importancia del despertar sensual.
- El deseo sexual
- La respuesta sexual-anatómica, en la mujer: la congestión vaginal y de los labios, los cambios de color, la lubricación, la expansión de la vagina y erección del clítoris.
- El intercambio neurológico y la conexión entre los órganos durante el beso, las caricias, el coito…
- El orgasmo y su transcripción neuronal, la respuesta en el cuerpo y en la vida en general.
- La eyaculación femenina y masculina.